Aunque estos síntomas no siempre están relacionados con una disfunción de las habilidades visuales, lo cierto es que en muchas ocasiones sí pueden ser un claro signo de alarma.
Se acerca mucho al texto para leer o escribir
Mueve la cabeza cuando lee o escribe
Cierra un ojo o se lo tapa
Se frota los ojos a menudo
Tiene ojos enrojecidos
frecuentemente
Parpadea excesivamente
Acompaña la lectura con el dedo
Tiene orzuelos con frecuencia
Confunde las letras o las palabras
Invierte las letras o las palabras
Vocaliza cuando lee en voz baja
La comprensión en lectura es baja
Se cansa fácilmente y no mantiene la atención
No le gusta leer ni escribir
Es lento en la lectura
Le molesta la luz
Es incapaz de distinguir objetos de lejos
Se tumba sobre la mesa